Por Califernia
En esta ocasión les contaré la real y aterradora experiencia que vivió un amigo de mi hermana Teresita de cuando estaban en la preparatoria; prepárate un cafecito y léeme.
‘’Un viernes saliendo de la prepa, Manuel y dos amigos se fueron al rancho de sus abuelos, que aunque ya no habitaban la propiedad, gustaban de visitarla de cuando en cuando; ésta, ubicada antes de llegar al Triunfo; habían hecho planes y en cuanto salieron se fueron directo a la terminal a agarrar el autobús que salía a San José del Cabo vía larga, para bajarse en la carretera y de ahí irse caminando hasta el rancho por una brecha de terracería.
El trayecto en el bús fue relajado, hacían planes de lo que harían y disfrutarían en el rancho, irían a cazar palomas, en fin, el bús paró y bajaron los tres; entre bromas y risas empezaron a caminar cuando en eso se para un carro, era un Maverick modelo 73 color rojo que llamó mucho su atención; dentro del carro iba una pareja que, sin mucho aspaviento les ofreció raite.
Subieron los tres, y la pareja les preguntó que si a dónde iban y ellos contestaron intercambiando alguna plática, como que se dirigían al rancho de don fulano, abuelo de uno de ellos, que estaba tal y tal. Los chicos intentando ser amables conciliaban alguna plática sin que la pareja mostrara mucho ánimo, cuando en eso, el Maverick rojo se detiene y les comunica que hasta ahí llega el raite, que ellos van para otro lado, y bajan los jóvenes.
Cuando empiezan a caminar sobre la brecha que los llevaría a su destino se dan cuenta que no se escucha el carro y cuando voltean a la vez, el carro ya no está, cosa que llama sobremanera su atención preguntándose en qué momento avanzó tanto, pues ni el polvo del camino pudieron captar, en fin que continúan y llegan al rancho y descubren que, curiosamente dentro de la casa estaba todo totalmente movido, camas, algunos muebles, pero acomodan de nuevo y como ya es tardecito, se acuestan y comentan lo raro que no vieron cuando se alejó el Maverick rojo.
Intentan dormir, pero en eso empiezan a escuchar ruidos, había alguien caminando en el techo de láminas de la casa, salen corriendo para ver hacia el techo y ven una sombra que pasa de lado a lado a una gran velocidad.
Entran de nuevo a la casa bastante asustados, tratan de calmarse y se vuelven a acostar, cuando en eso la cama de uno de ellos se recorre y en la habitación de enseguida se empiezan a mover los muebles que la ocupan, todo esto pasó en el transcurso de la noche, por lo cual deciden salirse e irse y caminando hasta la carretera, pero como era de madrugada les fue difícil encontrar raite.
Cuando empieza a amanecer llega un señor, ranchero ya mayor y les pregunta, qué hacen a esa hora solos al lado de la carretera, y ellos aun con la impresión y el susto encima de la reciente noche, le platican lo que pasó, desde que subieron con la pareja del Maverick rojo 73, a lo que el señor les cuenta que no es la primera vez que ese auto ofrece raite en esa misma brecha.
Y les contó que hacía muchos años, una pareja que se dirigía al Triunfo para casarse, en la brecha chocó con un cardón muy grande, muriendo los dos en el accidente. Luego les pidió ir juntos a dónde los bajó el Maverick rojo, mostrándoles el cardón tirado y seco, diciéndoles que en ese lugar que los bajó, fue precisamente donde ellos perdieron la vida.
La experiencia marcó a Manuel y a sus amigos, que sin preguntar, creo que no volvieron por aquellos lares.
Dicen que quienes mueren inesperadamente, muchas veces no se percatan de su propia muerte y quedan vagando en este espacio, viviendo y reviviendo su último momento en esta vida; otros más dicen que Dios les permite revelarse ante otros para que a su vez éstos pidan por su paz eterna, yo digo que jamás sabremos la realidad y porqué ciertas personas llegan a vivir estas experiencias; tu, amigo lector, qué opinas?.