“El placer de la mistificación debía protegeros. Ésa fue de hecho nuestra estrategia, la de todos nosotros. Comprendimos desde hace mucho que ya no era posible subvertir el mundo, ni remodelarlo, ni detener su pobre huida hacia delante. Sólo había una resistencia posible: no tomarlo en serio”. (Milan Kundera)
Condenarro
Con una disculpa a la edición de Eclipse, y no es porque me hubiese eclipsado el hecho que retrasara la colaboración, simple y sencillamente fue que las letras se resistían a conformar en palabras las ideas, una analogía que me gusta utilizar, convertir las moscas en letras aplastadas en el papel para comunicar mis debralles. Pero aquí estoy, sólo espero que no se resista, mi es_timada(o) lectora(or) a leerlos.
La palabra por sí misma me resulta irresistible para enfocar mis debralles, aun cuando se resista a que pueda aterrizar opiniones y poner en contexto situaciones que se resisten a la respuesta o respuestas que surjan en torno a los planteamientos que salen con alta tensión, sin considerar el uso de un “resistor” que atempere un posible choque de energía social.
El vocablo tiene connotaciones en los ámbitos de ingeniería, medicina y fisiología, geopolítica, psicología, sociología; en lo personal me resisto a no pensar que en todos y cada uno de los casos encontraremos concatenación sin tanta resistencia. Digo, de algún modo, todos y cada uno de los temas mencionados son obras antrópicas. A fin de cuentas, les cuento que el debralle de hoy se refiere a la sociológica y a la resistencia que como sociedad hemos dado muestras de tener… o no.
Intentaré aterrizar la trepanación de hoy en nuestro caso, Los Cabos dónde la resistencia y reticencia son elementos cotidianos en torno a lo que las políticas públicas, la mano peluda de los interese$ de trasnacionales y uno que otro gandalla expertos en C’Questros y otras sutilezas… digo, de acuerdo a nuestra constitución los monopolios están prohibidos, imagínome yo que eso incluye el agandalle… por acá se lo reparten, o lo compiten varios nacionales, extranjeros y cadeneros… alguno que otro minero… En lo personal, me resisto a aceptar una plutocracia disfrazada de democrática oligarquía “con buenas intenciones de de$arrollo $u$tentable”.
En realidad, mi es_timada(o) lectora(or) y contribuyente de mis debralles, del erario y otros tantos detalles indeterminados de la vida urbana cabeña, es que las situaciones que resultan adversas para un desarrollo armónico, que no sustentable –el término a más de paradójico resulta insultante a la inteligencia-, ni son nuevas ni mucho menos originales; desabasto de agua potable, insuficiente infraestructura hídrica, urbana en general, ni hablar de vivienda, seguridad pública, movilidad segura y fluida; entre todos, desde mi personal perspectiva, es el del exceso de escasez de respeto al entorno por quienes nos venden la idea del progreso mediante megadesarrollos turísticos y el agandalle de tierras, caminos, playas y hasta inmuebles icónicos que forman parte del inventario de los bienes nacionales, en particular, El Faro de Cabo Falso “Faro Viejo”… ¡Ah!, no podemos dejar al margen el “trazo carretero”.
Con referencia al éste último comentario, he de decir que la colección de eventos automovilísticos que se han presentado en los últimos meses en ese recorrido, principalmente a la entrada de zona urbana en SJC y en CSL respectivamente desató, o exponenció una preocupación sobre un defecto de origen; la carretera no es peligrosa, los que circulan al volante sí. La campaña que inicia en pro de disminuir las tragedias viales es buena, más una educación vial real y no sólo protocolaria para otorgar licencias es primordial; en tanto no se tenga conocimiento pleno del cómo conducir un vehículo tanto en zona urbana como en vías foráneas, las leyes y reglamentos que deben respetar y la sanción económica (severa y sin descuentos) y/o de privación de libertad en su caso… las pobres carreteras y remedos de carreteras y calles urbanas seguirán siendo “el peligro”.
Y retomando el tema de los gandallas, dos son los más aferrados en hacernos creer que sin ellos Los Cabos ni siquiera figuraría en los mapas turísticos… ni en los mapas. El primero que llegó, como “Baja Internacional, paso a ser Grupo Cabo Real y se asentó finalmente como Questro, oficializando su proceso de C’Questro, respaldado por la nunca bien ponderada ex síndica Susana Zatarain y su sucesor Alejandro Fernández Briseño que resultó, pese a negarlo en carta pública, un inepto para el puesto de síndico; Inepto: Adj. , del latín ineptus: que no es apropiado ni adecuado, fuera de lugar y propósito, desvinculado y no pertinente. Si quiere insistir en su “buen desempeño”, habría él de hurgar en las minutas de Cabildo de los tres años que tantos daños nos hizo. Entre otras linduras, el camino de la costa que no defendió, múltiples irregularidades en La Playa, sus reuniones públicas-privadas con C’Questro, la pluma y caseta de Palmilla; terrenos de donación en venta… y sus promesas vacuas a Yenecamú para la defensa de El Faro de Cabo Falso y la servidumbre de paso referida en el PDU, tan sólo por mencionar lo más conocido… Inepto total para el servicio público, experto en hacer vicio a cuenta del bien público. Aun cuando él mismo se resista a creerlo… o aceptarlo. Dicho sea de paso, a punto de que las resistencia se quemen por lo corriente que resulta el comportamiento del “vecino colindante” que pretende, mediante “diablitos” hacerse del inmueble, inventando incluso claves catastrales (sic) que parten el edificio que existe desde antes que el Catastro mismo.
En resumen mi es_timada(o), y no exceder su capacidad de resistencia lectora de debralles embrollados y no ser tan reiterativo de los abusos y excesos del C’Questro constante y sonante de Los Cabos, al menos de la parte bonita y rentable, y antes de que alguna resistencia de mi chompeta se queme a falta de regulador, mínimo un condensador, paso a retirarme y reiterarme como un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que una descarga trifásica sí, vil, le representa a una resistencia civil acumulada…
“El terrorismo es inmune, se nutre de los minutos de silencio multitudinarios. Sólo la resistencia individual le contraría.” (Fernando Savater)