Por Martín Inzunza Tamayo
De motu proprio
El señoritingo Germán Martínez
Siempre plurinominal, eso de buscar el voto pie por pie, no más no se le da, me refiero al señoritingo German Martínez Cázares, hoy excelso senador renegado de MORENA.
En 2018 hubiera cumplido 30 años de militancia panista, pero decidió mimetizarse como lopezobradorista, para llegar al senado y luego al gabinete en calidad de director general del IMSS.
Con el fraudulento Felipe Calderón Hinojosa, no solo le une su paisanaje michoacano, desde que dirigieron al albiazul nacionalmente -1995/1997-, han tenido complicidades políticas de altos vuelos.
Como secretario de la función pública en el gabinete de FECAL, hasta defendió públicamente al locuaz de Fox, y nunca investigo ni a Martita Sahagún ni a sus hijos los Bribiesca, se hizo loco.
Como dirigente nacional del rebaño albiazul, le fue de la patada, no logro consolidar una mayoría de diputados federales para FECAL -2009-.
Y la peor de sus contradicciones, ahora como lucido critico de nuestras fuerzas armadas, con emotivo discurso donde por momentos emocionado hasta perdía la voz: El no haber realizado esa misma critica cuando su jefe político de turno el expresidente Felipe Calderón Hinojosa en calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, militarizo su “guerra contra el narcotráfico” teniendo como telón de fondo su propia legitimación al ser un presidente impuesto por el fraude electoral.
Nunca le reclamo nada al General Guillermo Galván Galván, mucho menos al Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, ambos militares designados por FECAL en SEDENA y la SEMAR.
Ahora el señoritingo Germán Martínez, hace reclamos airados contra las fuerzas armadas mexicanas que representa el General Luis Crescencio Sandoval González, con un discurso ilustrado, pero ampulosamente cínico.
Y que se puede esperar de un renegado de la doctrina social católica, de un oportunista que migra del calderonismo -ultraderecha- al lopezobradorismo -izquierda social-, y que ahora milita en la cómoda pluralidad de “cuello blanco”, solo cinismo combinado con una gran capacidad para mimetizarse.