Staff

Don Carlos Villalobos, vecino del Rancho San Cristóbal se encontró a éste amiguito en la playa El Suspiro, cerca del rancho, con una línea de pesca enredada en su cuerpo y una rapala (carnada metálica) incrustada entre su piel y plumaje, seguramente un pescador tuvo que ver en este incidente.

Afortunadamente lo encontraron a tiempo, lo atraparon, le quitaron los anzuelos y la línea pudiendo liberarlo de una muerte segura, y así el pelícano continuó con su pesca cotidiana.

Esta problemática es más común de lo que se imaginan, comentó a Eclipse BCS Don Carlos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *