Por Califernia
Si compiláramos las historias de vida de algunos, sólo algunos de los maestros en protesta por justicia para los años que han invertido en servicio de la educación de nuestros hijos, seguramente aumentaríamos el afluente hídrico en BCS, por las lágrimas que sacarían a las personas con empatía por quienes sufren tanta injusticia.
Y es que, a quién carambas le gustaría invertir 8, 10, 12 años o más de su vida a un empleo que no te está dando oportunidades de progresar, de mejorar, de tener anhelos y cumplir ilusiones que como todos los demás tenemos. Pagar la hipoteca sin quedarse para una alimentación digna a fin de mes; poder pagar clima en tiempo de verano y llegar con fuerza y buen ánimo a dar clases; o ahorrar para pagar la carrera de los hijos, esos son los mismos sueños y necesidades de los maestros, con base, compensados y eventuales, son los mismos sueños que un día tuvo nuestro gobernador; y también son apuros que seguramente no pasa el Secretario de Gobernación ni la profesora Leticia Ramírez, secretaria de SEP federal.
Conmueve el caso de la maestra Mayrén (basificada) con dos hijos de primaria y secundaria respectivamente, que con escasos 5 mil pesos, después de los descuentos voluntarios (Issste con pésimo servicio por falta de doctores por ofrecer bajos sueldos) e involuntarios, y el robo (nombre correcto) de su percepción por quinquenio que por 12 años de servicio le corresponderían aproximadamente mil pesos extra por mes, sólo percibe 46 pesos, tiene que pagar renta, alimentación, gasolina, vestido, luz, gas, y es de las afortunadas.
El caso de los compensados da para llorar pues con 3800 (sin descuento aun por cuota al Issste para servicios médicos, logro conseguido en 2015) tienen que salir avante con todos los gastos que implican a una familia promedio. Aclarando que si un profesor compensado tiene 12 años al servicio de la educación, solo le validarán, de obtener la base, a partir del 2015 que cotiza al Issste, siete años, de los otros cinco sólo le quedará la satisfacción de haber brindado conocimiento a muchos niños o jóvenes sudcalifornianos. Eso si alcanzan el nivel que establece USICAMM, un órgano administrativo desconcentrado con autonomía técnica, operativa y de gestión adscrito a la SEP, que es quien decide si el maestro es apto para impartir clases y le concede un contrato por un año y al siguiente de nuevo el examen, degradando con ello sus años de estudio.
Pero el caso de los eventuales es para rasgarse las vestiduras, pues con un sueldo mísero e innombrable, sin prestaciones médicas, sin garantías, sin prima vacacional y mucho menos aguinaldo, tienen, como el resto de los trabajadores al servicio del Estado, que desempeñarse con calidad; hay compañeros que trabajan turnos nocturnos o medios turnos en gasolineras u otras ocupaciones para completar el gasto de alimentación en sus familias; y para necesidades médicas, el Simi es su mejor aliado.
Analizando, de verdad, señor padre, madre de familia, sociedad, si a uno de nosotros nos dijeran que si nos preparamos para desempeñar un determinado trabajo u oficio, con promesa de crecimiento laboral, con un sueldo a mejorar de acuerdo a la perseverancia en el puesto, y nos mienten, no nos afectaría?, nos quedaríamos cruzados de brazos?, merece mi familia que me mientan, yo acepte y ellos paguen las consecuencias?, no lo creo, entonces no pidamos que se vayan a las aulas mientras unos cuantos luchan, sabemos de antemano que no va a funcionar. El respeto que merece nuestro trabajo, es el mismo que merece el de los maestros y profesores de nuestro estado.
Es de destacar el compromiso del líder sindical Elmuth Castillo, quien en todo momento ha respetado el consenso de todos sus compañeros maestros, en cada paso consulta a los delegados sindicales de todo el estado, y como él dice, ‘’la base manda’’. A diferencia de anteriores líderes, que ellos negociaban a su mero juicio y sólo comunicaban a la base, con la orden de ‘’regresen a trabajar’’.
El día de hoy en el municipio de Comondú maestros basificados decidieron tomar el Centro de Maestros en apoyo a maestras compensadas que ahí laboran, ante la amenaza por parte del Gobierno del Estado de suspenderles el pago quincenal.
La maestra Mayrén, quien nos pone en contexto sobre esta lucha con los ‘’datos duros’’, nos comenta al final que esta batalla que hoy libran es por los jubilados a quienes también les salen las cuentas mochas con derechos ganados; por los basificados, por incumplimiento en el pago de sus quinquenios y el insuficiente servicio a través del Issste, por las garantías que debe la Federación y el Estado a compensados y eventuales, y por Sudcalifornia, por las nuevas generaciones, para que cuando decidan la profesión de enseñar y educar, sepan que pueden hacerlo con dignidad, porque pueden contar con los méritos y logros de maestros que supieron luchar por justicia laboral.