Por Cecilia 8a

Cuando hablamos de Los Comondú nos referimos a dos pequeños pueblos ubicados en un oasis de gran belleza, ubicado a 340 km al noroeste de La Paz, cuyos nombres son San José de Comondú y San Miguel de Comondú. Los pueblos se asientan al pie de la Sierra La Giganta, misma que se aprecia en todo su esplendor desde Loreto en la vertiente que mira hacia el Océano Pacífico. Se originaron alrededor de una de las primeras misiones Jesuitas que hubo en las Californias, a principios del siglo XVIII; en San José de Comondú aún se puede apreciar parte de la Misión del pueblo que lleva ese nombre.

Visitar Los Comondú lleva a los viajeros a la experiencia de observar la belleza en lo ordinario dentro de una verde cañada que serpentea entre el desierto de la zona central de Baja California Sur, por cuyo fondo un arroyo corre más de 15 km regando huertas frutales y vallecillos de flora local, que presentan a la vista un bello contraste con el paisaje de la zona en la que está la cañada.

Además del paisaje, los viajeros se sumergen en una población que les hará sentir que regresan a la antigua California, la que fue prácticamente inconquistable hasta que llegaron los misioneros con un mensaje de paz, a colonizar la península, y alrededor de cuyas misiones se formaron este tipo de pueblos, aislados, discretos y humildes, pero habitados por personas que a base de arduo trabajo y una vida disciplinada y austera, fueron forjando los cimientos de la sociedad sudcaliforniana.

En estos pueblos las casas, las calles y las costumbres han sufrido pocos cambios en los últimos 150 años, desde que Comondú, hoy San Miguel de Comondú, fue la cabecera del enorme municipio que hoy lleva ese nombre. Es inevitable sentir una especie de viaje en el tiempo, hacia un pasado de tranquilidad y armonía con esa naturaleza tan especial de la cañada, percibir el silencio de las noches y contemplar una bóveda celeste nocturna cuajada de estrellas difícilmente visibles en otros sitios habitados.