Por Califernia

Una singularidad sin duda es la cárcel sin rejas en el municipio de Mulegé, en Baja California Sur.

A más de 100 años de su construcción, la antigua cárcel de Mulegé modelada al estilo porfiriano, continúa en pie y es uno de los atractivos turísticos más relevantes de BCS, pues además de la sobria beldad arquitectónica que la constituye, ahora hecha museo guarda lo más tangible del pasado: sus objetos.

La cárcel sin puertas fue edificada con motivo de los festejos del primer siglo de la Independencia de México, por órdenes del presidente Porfirio Díaz Ordaz.

La antigua cárcel alberga ahora un museo de historia regional en el que se exhiben piezas arqueológicas, fósiles, instrumentos de los antiguos pobladores y en general testimonios del pasado de la región.

En el lugar aún se guardan cartas de relación fechadas en 1970, cuando el reclusorio ingresaba a sus últimas décadas, registraba una población de 16 presos y existía lo que llamaban “pena corporal”. El alcaide de la cárcel era José Meza Navarro, y, según estos documentos, tenía 50 años de edad para ese momento, así como cinco años de servicio.

Puede observarse en estos registros que para ese año el procesado que llevaba más tiempo en la cárcel era Joaquín Díaz Herrera, quien ingresó en 1959 y cumplía una condena de 14 años por homicidio.
Así también pueden conocerse otros casos, como el de Natividad Pérez Ruiz, quien cumplía 18 años de condena, igualmente por matar a una persona, pero en el espacio que dice “fecha de privación de la libertad”, se lee “no hay expediente”; o el mensaje enviado al Subdelegado de gobierno que dice: ’’el reo que da más problemas es el reo Agustín Cossio Mendez, causa que siempre se le tiene un castigo’’.