Sobre la movilidad mórbida…
“Es una ironía siniestra sembrar de obstáculos un camino para después tener el placer de señalizarlos.” (Pascual Palazzo)
Condenarro
Siendo realistas mi es_timada(o) lectora(or), la cuestión esa de la movilidad resulta un tema añejo que cada año se pone de moda, como si se tratara de innovar algo sobre lo que hemos padecido; lo más curioso y qué, a mi entender, resulta en una circunstancia cíclica, si acaso es posible tal movilidad. La verdadera verdad, no la histórica ni la histérica, es que el tema se mueve en el congreso de forma cíclica… aunque en realidad pareciera más en un círculo vicioso sobre una preocupación añeja, ya viscosa.
A lo largo de los 33 años que tengo de choyero y casi 32 de periodista he tenido oportunidad de moverme por casi toda la geografía municipal, me faltan de conocer muchas áreas en la zona rural. Tengo la fortuna de haberlo hecho caminando, en auto, en vehículo todo terreno, en motocicleta y en bicicleta. En cada caso, obedeciendo, en la medida hasta de lo imposible, el reglamento de tránsito y la Ley Estatal de Transporte, o al menos eso creo. Ambos casos, siento yo, se refieren únicamente al traslado de un lugar a otro. En ambos casos, se refieren al ordenamiento del transporte, cualquiera que sea, y a los señalamientos de tránsito. El concepto de movilidad es nuevo en éstos lares. El tema se puso a discusión en el ámbito legislativo en la XIV legislatura (estamos en la XVI) … ahí sigue moviéndose en un circuito… haciendo corto circuito.
La buena noticia es que hoy por hoy, ya se habla y debate la movilidad urbana como un concepto más amplio, se consideran las vías públicas, no sólo las vialidades, sino también banquetas, parques y plazas públicas; se opina y debate sobre las personas con necesidades específicas para su movilidad y el acondicionamiento de baquetas y cruces principalmente, así como el uso del transporte público para éstas. Se tratan asuntos de ordenamiento de transporte público, ya sean de personal privado, colectivo, taxis, bicitaxis, servicio de transporte por medio de plataformas digitales, especializado de turismo, de transporte de mercancías y de maquinaria pesada… mucho tráfico de ideas, propuestas y promesas de campaña que se concentran en cruceros sin semaforización legislativo. Embotellamiento caótico, como en las marchas del magisterio, por decir lo más reciente.
Es irrefutable e impostergable encontrar soluciones al saturamiento de vías (calles principales y corredor turístico) en horas pico; a esto le agregamos la falta de educación vial integral por parte de toda la ciudadanía; y los que sí tienen esa educación, se ven obligados a omitirla en su ejercicio, de lo contrario quedarían estancados en un nudo vehicular, como a veces sucede en la Glorieta de Fonatur, o en caso de algún accidente en el corredor turístico.
Pero, que le puedo decir mi es_timada(o) lectora(or), todo lo anterior es parte de su cotidianeidad, lo “pior”, es que se vuelve tan común que lo obviamos y lo vemos como parte de la normalidad. A ello habremos de agregar lo pasada de lanza que es la gente, personas que no saben del respeto vial, usan las intermitentes para estacionarse en doble fila u ocupando un carril mientras entra a alguna tienda, al cajero, esperando a que alguien que está en su casa maquillándose o desayunando o incluso aun durmiendo; se estacionan en cochera ajena “sólo dos minutitos (en dólares X20)”, se estacionan en esquinas obstaculizando la vista de otros conductores o “pior” aún las rampas (cuando hay), para sillas de ruedas y/o cargadores de abasto comercial; también están, muy uniformaditos, limpios y bañados, los choferes de personal de hoteles de lujo, que esperan a los trabajadores estacionados en esquinas de cruces extremos sin que automovilistas y/o peatones puedan cruzar sin exponerse… mínimo a los peatones que les pongan tirolesas, porque los puentes son “diadorno”.
Tanta cosa sobre la movilidad es lo que me mueve las ideas en una vorágine sin sentido ni señalética, tan así, que las propuestas llegan a un vórtice legislativo donde se pierden en intereses creados que se mueven de curul y/o de partido político. Un círculo vicioso movido mórbidamente, mientras los accidentes (choques, atropellados, volcaduras y otras curiosidades) mueven las cifras estadísticas, por lo tanto y por lo pronto, yo aquí, estático me retiro y reitero como un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia del hecho que los votos son pasajeros en congestionamiento vial…
“Los pueblos son libros. Las ciudades, periódicos mentirosos.” (Federico García Lorca)