Sobre la heredad que no lo es
“La historia no es más que una sucesión de monstruos o de víctimas. O de testigos.” (Chuck Palahniuk)
Condenarro
Una de las primeras frases que escuchamos de los funcionarios que inician una administración pública es: “trabajamos con lo que nos heredaron los anteriores”, la frase por sí misma no debiese prestarse a interpretaciones varias, mas, la intencionalidad al expresarla cambia hasta la escenografía. Máxime cuando no se trata de una herencia propiamente dicha; ahora bien, la analogía al parecer funciona. Aunque existe la nimiedad que: “lo heredado”, es de todos.
Lo que está por heredar el XV Ayuntamiento que preside Christian Agúndez no es poca cosa, y no precisamente me refiero a la riqueza que, sin duda, representa el municipio de Los Cabos. Es imperante ver el cómo enfrentar todas las carencias y problemas que se han originado por administraciones anteriores; malas, negligentes, ineficientes e ineficaces, corruptas, manipuladas, con experiencia y sin experiencia; todas y cada una “conocedores de la problemática de Los Cabos” … algo que han sabido disimular muy bien y dejarla, cadenciosamente, a quien sigue … corregida y aumentada.
Fuera de los problemas urbanos cotidianos y la ausencia constante de servicios como el agua potable y drenaje, el transporte público, infraestructura urbana básica en colonias populares, movilidad, cuidado y respeto de áreas comunes, educación vial total, seguridad pública, libre acceso a playas, ambulantaje y otras minucias, el cuerpo edilicio y todo el equipo de respaldo del ejecutivo municipal, reciben, al menos, tres planes incompletos y de vital importancia en cuanto a calidad de vida se refieren: PDU, PMD y POEL. El tercero con 29 años sin actualización.
Política, según la definición de Ambrose Bierce en su diccionario del diablo es un “conflicto de intereses disfrazado de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho propio”. La evidencia urbana de Los Cabos, así como la infraestructura turística que los desarrolladores han creado al amparo de firmas institucionales me llevan a pensar que, hasta el momento, lo han hecho muy bien. David Rojo, en su columna Tecla 7/6 de https://www.loscabosextraordinario.com/ lo viene expresando claramente mediante un referente que pudiese –si acaso- parecer menor, y se vincula a la plaza comercial que se construye en la zona de El Tezal, a pie de carretera. Si los permisos de construcción son de las últimas firmas de Armida o las primeras de Leggs resultan en un segundo plano. El problema, incluso letal para transeúntes, es latente.
En un escenario optimista, considerando que Christian Agúndez, arquitecto con estudios especializados en urbanismo sustentable le pueda dar una estudiada a la realidad de Los Cabos y lo que ha provocado el crecimiento, urbano y demográfico que, durante más de 4 décadas, se ha dado basándose en las “necesidades del progreso”. Toda planeación ha tenido como meta: lograr pingües ganancias con la riqueza natural de Los Cabos y de BCS en general. Sin pensar que la naturaleza tiene otros planes y sus recursos no están a plena disposición del progreso. Cualesquiera argumentos que se le opusieran, se resumen en mera fruslería.
De momento, y en virtud de que David Rojo ya puso el dedo en la llaga de El Tezal, y que en tiempo y forma por el peligro que representa resulta de alta prioridad, mi inquietud, es en torno de esos planes y los grandes proyectos de inversión turística, los que están en desarrollo y los que están en puerta, sin comentar el Pacífico Cabeño, apunto hacia Cabo del Este, entre Las demasías de la Laguna y La Ribera. Dónde sería Cabo Cortés, por ejemplo, ya se anuncia el desarrollo bajo el nombre de Baja Bay Club, pegado al Parque Nacional Cabo Pulmo; o la liberación real del camino costero, misma zona, y que en los ‘80 se entregara por gobiernos federal y estatal a la comunidad costera y turismo, y Narciso Agúndez, como gobernador, instara a la JEC a declararlo en desuso, y casualmente, dos semanas después se encontraran fosas clandestinas por ahí, no muy lejos de Punta Gorda. Existen más asuntos que, dada la complejidad que será el tomar la batuta municipal, resultan bagatelas sociales.
Dado que ya me extendí mucho, y algunas personas que leen mis debralles me han comentado que sea menos extenso, lo intento… me pasaré a reiterar y retirar, no sin antes agregar que dejé sin apuntar todo lo que a las capacidades de carga se refiere en un desarrollo inmobiliario turístico o social (en nuestro caso), que, imagino, él debe considerar, son temas que se abordan en su área de estudio, me despido como siempre, un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que le resulta al heredero, tener más de 350 mil albaceas (INEGI 2020/351,111).
«La manera más fácil de aparecer como revolucionario es exigirles a otros que lo sean.» (José Emilio Pacheco)