Sobre el cierre de las campañas sin fin

“Conocer las limitaciones ya es estar más allá de ellas”. (Hegel)

Condenarro                  

Y llegó a su término el período que establece la Ley para el desarrollo de campañas proselitistas, toda actividad previa y/o posterior, no es que sean fuera de la Ley, simple y sencillamente no son exclusivamente de proselitismo futurista, sino del presente por causas del pasado y argucias diversas y similares. El miércoles 29 de mayo es el último día que candidatos y colaboradores pueden “vender su candidato”, o comprar en muchos casos, el voto popular. El domingo anterior se realizaron los actos de cierre de campaña; al menos las más voluminosas.

La gravitación política, como lo comenté la entrega anterior, aun cuando la sentimos fuera de órbita no termina el domingo, será, si acaso, el inicio de la “transición de equipos de gobierno”; mi ausencia de malicia me dice qué, democráticamente, será –nuevamente- una elección histórica, y que el resultado reflejará una jornada pulcra…, aunque en cuanto a actividades electorales, ¡eso sería lo histórico!

A estas alturas de mi vida, he participado en 7 jornadas electorales a la presidencia nacional, 6 de gobernadores de BCS –Chilango-Choyero desde 1989-, y 11 Ayuntamientos, incluyendo la homologación de fechas electorales en el ´11. Lo que puedo comentar con toda certeza, es que hoy, se han actualizado en el uso de tecnología para innovar formas de descrédito, insulto, provocación. Tristemente, si bien encuentran nuevas formas, no incrementan su acervo lingüístico, el discurso que manejan no incluye cadencia, velocidad, entonación y emotividad: ¡signos gramaticales pué!

El martes 28, terminaron las(os) candidatas(o), sus actividades proselitistas, la encuesta que me enviaron indicaba una cuenta cerrada entre Ibarra y Agúndez, en lo personal me hubiese gustado ver a Lucía en la pelea, peeero, fue “morenamarginada”, por ello su candidatura quedó en Fuerza por México, sucede cuando personas trabajan bien y sin mucho ruido.

Sin duda no será la verborrea, discurso, mensaje, demagogia o trabalenguas el que convenza al electorado; por ejemplo, Christian se aprendió de memoria, igual que Claudia la letanía ¿o liturgia? del tercer debate: “ellos son la corrupción y nosotros la honestidad; ellos son el autoritarismo y nosotros la democracia; ellos son la represión y nosotros la libertad; ellos son el saqueo y nosotros la defensa del patrimonio; ellos son el privilegio, nosotros el bienestar social; ellos son la mentira y nosotros la verdad; ellos son los fraudes electorales y nosotros las elecciones libres; ellos son el clasismo y el racismo, nosotros el humanismo; ellos defienden a unos cuantos, nosotros a todo México, a todo el estado y a todo el municipio de Los Cabos” , el mensaje no es malo, el mensajero es dudoso, nadie lo mata y suena a marketing.

Por su parte, el galeno candidato por tercera ocasión a presidir el Ayuntamiento cabeño, destacó en su cierre de campaña: Llegó el momento de elegir si continuamos con la corrupción y el abandono en el que han dejado los anteriores gobiernos a Los Cabos, o vamos por un cambio verdadero que impulse a Los Cabos como el mejor lugar para vivir».

Ambos imitaron, ni siquiera se molestaron en cambiar alguna coma o el orden de los adjetivos. Así ejercen la demagogia democrática que nos permite esta dictadura bolivariana dependiente del imperialismo gabacho. En lo nacional, la verdadera verdad es que, para una ciudadanía que no deja tan fácilmente manipular sus ideales, decisiones, determinaciones sociopolíticas, que prefieren equivocarse solos, por gusto, ignorancia o desidia, aunque sea repetitivo… el resultado, después de tres y/o 6 años se sabrá: óptimo o pésimo.

Lo que más triste percibo, o lo que con mayor tristeza veo, es que no hay ímpetu, fervor, afán real en torno a los programas de gobierno que no se hicieron públicos para su desglose, los presidenciales podríamos encontrarlos en mayor o menor medida por lo que a “cómo, cuándo y cuánto” en cada renglón; no hay novedades, no percibimos creatividad en la invitación social, no sólo a votar, sino a participar activamente en la cotidianeidad social de Los Cabos. ¡Digo! El voto es sólo parte de la democracia real, importante, pero sólo una parte. La supervisión del trabajo de los servidores públicos, la exigencia para que cumplan y hagan cumplir las leyes, reglamentos y se desarrollen los trabajos, obras y servicios públicos en tiempo y forma, no ensuciar la vía pública y respetar leyes y reglamentos como ciudadanos también es democracia… no estorbar en la vía pública… en fin.

Así la cosa mi es_timada(o) lectora(or), me resta exhortarlos a votar… por algún proyecto, recordemos que la democracia no la podemos sintetizar en la imagen de una persona; y pasar a retirarme no sin antes reiterarme como un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que le resulta a la ciudadanía un cierre de campaña con toda la antaña maña.

“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. (Antonio Grammsci)