Alineando la tabla a la ola del 24…

“El futuro es ese periodo de tiempo en el que prosperan nuestros negocios, nuestros amigos son verdaderos y nuestra felicidad segura.” (Ambroce Bierce)

Condenarro

Siete meses han pasado desde la última filosurfeada, termina casi el 2023. El panorama que pudiera yo percibir para el 2024, en el ámbito sociopolítico me resulta no sólo inconsistente, tal vez insustancial por lo que las campañas políticas representen para toda la nación, de uno u otro bando, o para quienes no están ni con uno ni con otro, sino todo lo contrario. En lo particular, podría usar la analogía de que la política es un Íncubo y/o Súcubo plenipotenciarios.

La palabra política proviene del latín politicus, que viene del griego politiká y que alude a la cosa pública. Suele explicarse como el conjunto de decisiones y medidas tomadas por determinados grupos que detentan el poder, en pos de organizar una sociedad o grupo particular. El vocablo en sí es muy versátil; se puede hablar de política en sentido estricto (es decir, aplicada a los gobiernos y naciones) o en otras instituciones al hablar de políticas empresariales, institucionales, entre otras. Inclusive definen a la política como el “ejercicio del poder”, porque se entiende a la política como una de las tantas maneras de ejercer poder con el fin de mediar las diferencias de intereses entre pares en una sociedad en particular.

Así las cosas, por medio de la política se constituyen gobiernos, y los gobiernos tiene, en teoría, la responsabilidad y obligación de ciertas funciones básicas, que de acuerdo a lo que señala un artículo de la Universidad Panamericana*, se resumen en 1. Provisión de bienes públicos; 2. Manejo de las externalidades; 3. Gasto público; 4. Distribución de ingreso; 5. Presupuesto (3 niveles de gobierno); 6. Fijación y cobro de impuestos; y 7. Seguridad social. Y sería la misma estructura de gobierno la encargada de supervisar –no súper viciar- el ejercicio de sus responsabilidades, y los gobernados, todos los sectores, la ciudadanía toda, quienes calificarán.

Allá por la edad media, aparecieron: Un íncubo es demonio en forma masculina que busca tener relaciones sexuales con mujeres dormidas; el espíritu correspondiente en forma femenina se llama súcubo. Sin pretender ser soez, la alegoría que hago entre política –como actividad con equidad de género en el S.XXI- es legítima. El ejemplo es la violación que, desde hace siglos, en México, en el México “independiente”, mínimo 2, en que la clase política –y hemos de aceptar que los grandes capitales nacionales y extranjeros con intereses en México y el clero siempre han formado e incluso construyen la clase política- padecemos la ciudadanía en general, o por lo menos los muchos que no están ni a media distancia de dicha clase social.

Este 2024, como comento en el título, analógicamente, claro, es una ola enorme, y nosotros con una tablita y sin actualización en la filosurfeada sociopolítica. Año electoral. Termina el sexenio AMLOista. Hacer un balance de logros y fracasos de éste sexenio por terminar, lo dejaré para los expertos en ambos extremos de esa cadena que denominamos poder-gobierno-dinero. Estoy casi completamente seguro que antes de terminar de leer lo que apuntare yo, los aplausos y mentadas aparecerían en todas las redes. Pero sí puedo sugerir a lectores –aplico equidad de género-, que hagan un paréntesis, analicen los siete puntos que según la UP son las funciones básicas de un gobierno, cualquier gobierno y haga su propio balance en cuanto a qué lado se inclina esa balanza. No a favor o en contra de AMLO, sino de la ciudadanía en general. Sin afán de desacreditar, si basamos nuestro balance y decisión a los post reales o bots de las redes sociales, será aceptar que estamos sometidos por Íncubos, Súcubos y, en algunos casos por ambos. Podemos hacer ese ejercicio, si les quedan energía y ganas, en el ámbito municipal. En otra entrega les comentaré sobre las externalidades, algo muy interesante.

Concluyo ésta primera filosurfeada en 2024, tras siete meses de ausencia, y casi cinco años de pausa de trabajo periodístico de campo, procuraré, ir tomando ritmo y aumentar la periodicidad de reportes, entrevistas y columnas en ése espacio de Eclipse BCS, y alguno que otro dónde también debrallo en tanto, paso a retirarme, como es costumbre tal pobre loco peligroso, irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia de incubar súcubos en monasterios.

“Soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una sola palabra de lo que estoy diciendo”. (Oscar Wilde)