*Baja el dólar, se eleva la inflación al 7.3%, se complica el gasto doméstico
Por Cecilia 8a
Los Cabos. – Ya pasó enero y la cuesta en la escalada de precios se sigue viviendo; y ni haciéndose los jefes de familia de horas extras, se logra subsanar el costo de la vida (luz, gas, agua, impuestos, salud y la COMIDA).
En el pago de luz, gas, agua, impuestos, internet y hasta en salud nos concedemos prórrogas, pero la comida no espera, es el combustible vital para la familia, y para darnos una idea del costo actual hicimos un comparativo de lo que representaba pagar una canasta básica hace unos pocos años, a la canasta básica de ahorita, y nos damos cuenta que la diferencia es garrafal.
En el 2018 con 24 pesos comprabas un kilo de huevo, con 32 pesos un litro de aceite, con 22 pesos un kilo de arroz, el azúcar con $14, el frijol con $21, la carne con $90-$120 dependiendo de la zona y tipo de corte, y la infaltable tortilla a 12 pesos kilo, lo que daba un total de 245 pesos.
Actualmente, con el equivalente del dólar a 18.75, los costos de los productos de la canasta básica marcan un kilo de huevo a $54, de aceite a $ 65, de arroz a $45, de azúcar a $28, frijol a $38, la carne entre $160-220, y el alimento básico en la mesa de todos los mexicanos, la tortilla a 24 pesos kilo promedio, lo que da un total de 475 pesos. No cuadra el gasto doméstico con la economía nacional: baja el dólar, sube la inflación según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), se incrementó el 7.3% durante el ’22)
Hay que recordar que de los productos de una canasta básica como la que ejemplificamos, una familia promedio de 5 personas va muy probablemente a consumir el kilo de huevo completo en un día entre el desayuno y el lunch para medio día en la escuela o el trabajo, así como el kilo de carne y el de tortilla; sólo el aceite, arroz, azúcar, frijol y aceite alcanzarán para unos días más.
Y aunque como un suspiro de oxígeno recientemente el gas marcó un descenso en su costo por kilo, éste fue imperceptible ante el aumento al precio por kilo de tortilla.
De continuar así las cosas probablemente la estrategia a seguir será la modificación en las raciones por miembro de familia, como la idea que muchos negocios de comida están llevando a cabo, que para no aumentar el costo por charola o ración de sus productos, han cambiado la anterior medida de charola por una un poco más pequeña, así dan menos producto y la charola no se ve medio vacía, y lo más importante, mantienen el precio a la clientela. En éste estira y afloje del costo de los productos de primera necesidad destaca el ingenio de las personas que gastan y hacen el menú para que el dinero y el sustento alcancen hasta fin de mes, no hay de otra.