Por Cecilia 8a

Si yo fuera legisladora propondría una asignatura de educación vial desde primaria, que los chicos crezcan con una conciencia, compromiso y responsabilidad de la vida y los derechos viales de los otros que comparten las vías de circulación.

Todos sabemos y conocemos lo que no se debe hacer y seguimos haciéndolo, y contribuimos todos, desde los conductores, los peatones y las autoridades de tráfico vial, producto de la falta de educación, de la mala costumbre de ‘dar moches’, y de recibirlos.

El campo de acción es muy amplio, desde aprender a conducirse con rectitud en respeto a los derechos de otros, la cortesía, la obligación de detenerse si alguien sufre daños en su integridad física, sea por irresponsabilidad ajena o por responsabilidad propia, e incluso aprender, desde pequeños, cómo debe actuar una autoridad en la materia.

Si se consiguiera hacer algo así en Sudcalifornia seguramente seríamos ejemplo en materia de civilidad y prevención, y nos ahorraríamos desgastes económicos en juzgados, en infraestructura dañada, y en vidas qué lamentar, además que ganaríamos ser una mejor sociedad.